Pablo Manzano Arellano

pablo-manzano-arellano_toledoPablo Manzano Arellano (Mascaraque, Toledo España, 1855 – Toledo, 10 de junio de 1949) fue un pintor costumbrista castellano.

Sus primeros estudios artísticos se desarrollaron en Toledo bajo la tutela de Matías Montero, aunque en breve se trasladaría a Madrid, donde ingresó en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando, llegando a convertirse en discípulo de Federico de Madrazo.

Al terminar sus estudios en la Escuela de San Fernando se trasladó a Santander, en 1.881, donde ejerció de profesor en las Escuelas Pías de Villacarriedo, y donde pintó al mismo tiempo el retablo del oratorio de los colegiales y las pechinas de la cúpula de la iglesia. En 1882, al año de llegar a la localidad cántabra, realizó obras de temática costumbrista para el escritor José María de Pereda, quien, en su epistolario afirmaba que era el mejor intérprete de sus obras. Cabe destacar de esta etapa algunas obras de motivos montañeses como las tituladas “Los Hombres de Pro”, “La Robla” y otros.

No mucho tiempo después marchó a Argentina, residiendo en Buenos Aires, entre 1885 hasta 1895, donde culminó una etapa muy fecunda artísticamente y donde realizó una gran parte de su obra. En ese tiempo decoró con alegorías la redacción del Correo Español y el salón del Club Español (en colaboración con José Oliva), uniendo motivos de la imprenta antigua y la moderna rotativa y retratos de españoles ilustres. Alternó sus trabajos decorativos con su tarea de profesor de dibujo en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Uno de los cuadros más representativos del genial pintor de esa época es el titulado “Indios del Chaco”, actualmente en colección privada, que aúna de manera magistral sus dotes de pintor retratista y costumbrista.

De regreso a España, se centró en el retrato y en el paisaje costumbrista. Pintó en 1910 para el Ayuntamiento de Madrid y tres años más tarde para el Museo Municipal de Madrid. En 1911 fue nombrado restaurador del Museo de Arte Moderno. Ingresó en la Academia de Bellas Artes de Toledo en 1943.

Su obra fue muy fecunda y su personalísimo estilo podría encajar perfectamente en lo que se conoce como hiperrealismo. Destacan sobre todo los retratos realizados al pastel de finísima entonación y correcto dibujo, los retratos al óleo y las composiciones decorativas de carácter religioso. También se inspiró en las obras literarias de Enrique Madrazo para realizar interesantes composiciones pictóricas.

Entre los retratos más notables podemos hacer referencia a los que pintó al que fuera Alcalde de Madrid, el Conde de Heredia-Spinola y del cronista de Madrid el señor Mesonero Romanos, conservadas ambas obras actualmente en el Museo Municipal de Madrid. Para el Centro de Hijos de Madrid pintó los retratos de los condes de Esteban Collantes y de Sáinz de Baranda, presidentes ambos de la mencionada entidad.